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Colombia brinda el escenario perfecto para el éxito empresarial

11.02.2015

Un estudio de Fitch Ratings muestra que las condiciones del país y de su sector privado siguen siendo buenas para las compañías que quieran crecer por adquisiciones en el exterior.

A pesar del deterioro en las perspectivas macroeconómicas del país, un informe de Fitch Ratings muestra que en Colombia el escenario sigue siendo propicio para que se sigan dando fusiones y adquisiciones empresariales.

Según las cifras de la entidad, en los últimos cuatro años “Colombia ha sido el tercer mercado más vibrante en materia de fusiones y adquisiciones, superado solamente por Brasil y México”.

Algunos casos emblemáticos se han registrado en ese periodo. Como el de Cementos Argos que ha hecho sus compras en Estados Unidos, Honduras, Guyana, transacciones que sumadas superan los 1.500 millones de dólares. Hoy, esta empresa tiene una amplia operación en el sur del país norteamericano, que incluye plantas y oficinas comerciales en Arkansas, Alabama, Florida, Georgia, Misissipi, Texas, Virginia, Carolina del Norte y Carolina del Sur.

Pero el sector más movido ha sido el de los alimentos, impulsado por transacciones realizadas por empresas como Alquería, Colombina y el Grupo Nutresa, que han salido de compras tanto en el exterior como dentro del país.

Recientes movimientos de compañías como el Grupo Éxito, cuya más reciente operación fue la compra de Super Inter por 98 millones de dólares, también permiten ver una interesante perspectiva para las firmas de comercio.

“Fitch cree que en las compañías que están en los sectores de alimentos y bebidas, comercio minorista, construcción y electricidad es más probable que se siga viendo una estrategia de crecimiento inorgánico agresivo”, dice el reporte.

De acuerdo con la firma consultora los factores que han facilitado esta ola de fusiones y adquisiciones, avivada en los últimos años, tienen que ver con una estabilidad en el mercado local que les ha dado a las compañías flujo de caja más predicible; estructuras de capital fuerte y capacidad de financiación a costos favorables.

LAS TENDENCIAS

En los movimientos empresariales que se han registrado durante los últimos años existen varios temas en común.

En primer lugar, en la mayoría de los casos las transacciones que se han hecho tienen que ver con adquisiciones de empresas del mismo tamaño o más pequeñas.

Esto porque el objetivo de las transacciones ha sido, por lo general, expandir o diversificar el mercado, pero sin perder el centro del negocio.

También han coincidido en que los perfiles de crédito de las empresas absorbidas o fusionadas han sido adecuados y no debilitaron el perfil de riesgo de la firma compradora.

“En otros casos, las empresas han comprado solamente activos corporativos, específicamente plantas de producción para expandir la capacidad de producción, generar sinergias y economías de escala”, advierte el reporte.

Ahora bien, la mayoría de las fusiones se han realizado con empresas de otros países de América Latina, salvo el caso de Cementos Argos y Nutresa que se fueron de compras a los Estados Unidos para aprovechar oportunidades de crecimiento en este mercado.

Para Fitch, las empresas colombianas siguen teniendo las condiciones para crecer a través de fusiones y adquisiciones sin arriesgar su estabilidad.

Esto, dice el análisis en mención, gracias a que el país tiene un sistema financiero sólido, un mercado de capitales robusto y un ambiente que, en términos generales, es favorable para que “las empresas colombianas continúen implementando estrategias de crecimiento ambiciosas”.

LOS RIESGOS ASOCIADOS

Según el reporte de Fitch, si bien es cierto que las obras que planea el país absorberán buena parte de los recursos de los bancos, la distribución de estos proyectos en el tiempo n o permitirá que se cargue toda la capacidad de financiamiento del sector privado.

No obstante, la firma calificadora asegura que nuevas adquisiciones podrían generar acciones de calificación negativa en algunas empresas, en especial si estas transacciones son financiadas con deuda, o si las empresas compradas tienen una débil estructura de capital, o deudas significativas.