Llega a Colombia la red de franquicias Johnny Rockets

El dulce se puso a mordiscos para las cadenas de comidas rápidas del país. Luego de que Steve Devine, presidente de la reconocida cadena de hamburguesas Johnny Rockets, anunciara el 4 de diciembre de 2012 la llegada de su compañía a Colombia a través del sistema de franquicias, este año el proyecto ya tomó forma con la apertura del primer restaurante de la cadena estadounidense en la Zona T de Bogotá. 

Esta multinacional, cuyo concepto evoca la década de los 50, registra ventas anuales superiores a US$300 millones y promete convertirse en un jugador fuerte en el competido negocio de las comidas rápidas, que mueven al año unos US$1.962 millones en el país, según Euromonitor Internacional. El negocio lo lidera Hamburguesas El Corral, que en 2012 registró ingresos por $262.000 millones.

Los esposos Roxana Garcés y Jaime López, conocidos corredores de bolsa por más de 20 años, son los encargados de poner en marcha el negocio luego de adquirir la franquicia máster para el país, cuyo contrato prevé la apertura de un punto por año durante una década.

Pero si los resultados se dan como los inversionistas esperan, el número de restaurantes podría duplicarse o triplicarse en el mismo periodo. De hecho, ya tienen definido en Barranquilla el lugar para la apertura del primer restaurante de la cadena en esa ciudad, en 2016. Es claro que esta empresa fortalecerá el consumo per cápita de hamburguesas, que es de US$41,3 de acuerdo con las cifras de Euromonitor. 

Dinero habló con esta pareja de inversionistas quienes destacaron que la experiencia en el restaurante –se sirve a la mesa–, la calidad del producto y el servicio serán los pilares en los que apoyarán su estrategia para consolidar la marca en el mercado, luego de realizar una inversión de US$2,5 millones.

Contrario a lo que sucede con otras multinacionales, la mayor parte de la materia prima que utilizará Johnny Rockets para la elaboración de cada uno de sus platos será colombiana. Los esposos López Garcés comentan que la carne, por ejemplo, será producida en una planta especial, resultado de una alianza estratégica con el Frigorífico Ble, conocido anteriormente como Frigorífico San Martín.

La compañía iniciará operaciones en junio y lo hará en un momento, a juicio de Jaime López, muy apropiado pues la economía atraviesa por un buen momento y el consumo de este tipo de productos va en ascenso a pesar de la creciente competencia en el sector. Precisamente estos aspectos fueron los que permitieron a estos empresarios venderle a la multinacional la necesidad de incluir a Colombia en sus planes de expansión en Latinoamérica. 

La llegada de esta empresa no le cayó bien a Hamburguesas El Corral, que sin éxito se opuso al registro de la marca extranjera. A través de las sociedades Madeira Services y Timberland Trading Inc., representantes del signo “Hamburguesas El Corral – La receta original”, la firma colombiana trató de evitar el otorgamiento del signo mixto “Johnny Rockets The Original Hamburger”, solicitado por la estadounidense el 31 de diciembre de 2010 ante la Superintendencia de Industria y Comercio.

¿Confusión?

El argumento de la firma colombiana apuntaba a que el signo podría ocasionar confusión entre los consumidores por cuanto tiene similitud y conexidad con el suyo. Sin embargo, luego de estudiar el caso, la Dirección de Signos Distintivos de la entidad le otorgó el registro a Johnny Rockets en enero de 2012, tras declarar infundados los argumentos de la parte opositora, que también apeló esta decisión pero no logró frenar el registro. 

Frente a este tema, los esposos López Garcés dicen estar tranquilos pues el registro de la marca lo realizó directamente la casa matriz, razón por la cual son los abogados de la multinacional quienes se encargan de la parte jurídica y no Johnny Rockets Colombia.

En el país hay 23 franquicias de Estados Unidos en el renglón de alimentos, según Masfranquicias. Sin duda, Johnny Rockets llega a fortalecer la oferta en el mercado de comidas rápidas. Pero tendrá que pelear duro en un negocio promisorio, en el que cada día crece la competencia.