Obama, primer presidente de EE. UU. que dormirá en Colombia

Sus antecesores ya han venido por unas cuantas horas pero nunca se quedaron en Colombia.

Teniendo en cuenta que de los seis dirigentes de Estados Unidos que han venido a Colombia ninguno se ha quedado a dormir, el hecho de que Barack Obama pase dos noches en Cartagena se ha tomado como un acto de confianza en el país y de respaldo al cambio que ha vivido, especialmente en el tema de seguridad y económico.

Franklin D. Roosevelt vino en 1934 en un barco de guerra y allí durmió. John F. Kennedy pasó 14 horas en Bogotá, y los demás -Ronald Reagan, George Bush padre, Bill Clinton y George W. Bush (hijo)-, horas más o menos, se fueron sin poner su cabeza en una almohada en estas tierras.

Obama llegará al puerto de Cartagena al final de la tarde de hoy y permanecerá en esa ciudad hasta el anochecer del domingo 15, explicó la canciller María Ángela Holguín.

“El mensaje de que el presidente de Estados Unidos esté en Colombia durante dos noches es muy positivo para el país”, consideró la Canciller, al elogiar el dispositivo de seguridad de la Cumbre, en el que participan más de 8.000 agentes y en el cual se han desplegado incluso robots antiexplosivos.
Dos son los propósitos principales de esta visita.

Uno, asistir a la VI Cumbre de las Américas, y dos, al cabo de esta se reunirá con su homólogo colombiano Juan Manuel Santos.

El sábado, antes de la instalación formal de este encuentro regional, Obama participará con Santos y la presidenta brasileña Dilma Rousseff en la clausura del foro empresarial.

Después del cierre de la cumbre, el domingo, Obama y Santos tendrán una reunión para repasar los temas de la agenda bilateral, en especial la implementación del Tratado de Libre Comercio.

En momentos en el que se le critica al mandatario estadounidense su indiferencia con Latinoamérica, este es un importante encuentro. Sin embargo, esa distancia también ha permitido que países como Brasil y Colombia asuman un liderazgo en la región, la cual viene fortaleciéndose con sus propios esfuerzos y recursos.

LEJOS DE AMÉRICA LATINA
Barack Obama tendrá un duro reto en la Cumbre, cuando enfrente cara a cara a una desilusionada Latinoamérica, por no cumplir su promesa de lanzar una nueva era de relaciones con la región.

Hace tres años, en la cumbre de Trinidad y Tobago, un popular Obama despertó el entusiasmo de los líderes latinoamericanos, relajó restricciones sobre Cuba y cosechó elogios del venezolano Hugo Chávez, su mayor opositor en el hemisferio.

Pero, desde entonces, puso los compromisos con la región en un cajón y fijó sus prioridades en la crisis económica de su país, el descalabro de deuda en Europa, los conflictos en Medio Oriente y en estrechar vínculos comerciales con Asia-Pacífico, a lo que hay que agregarle las elecciones en su país.