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Oportunidades de negocio con Japón

02.02.2012

El presidente de la República, Juan Manuel Santos, ha insistido en diversas oportunidades que las negociaciones de un acuerdo comercial con ese país iniciarían el mes próximo, y que se multiplicarían las oportunidades de negocio y las exportaciones, “como ya ha ocurrido con otras naciones como México, Perú y Chile”.

Para el gobierno, en cabeza del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, la economía japonesa es una de las más importantes del mundo, y Colombia, en aras de la internacionalización de la suya, debe buscar la manera de generar interés en Japón por nuestro país, tanto en el aspecto de comercial, como de inversión y turismo.

Un universo de posibilidades

Según la Embajada de Colombia en Japón, a pesar de las barreras naturales al comercio, Colombia en realidad tiene posibilidades de ampliación de-sus exportaciones a ese país.

“El mercado nipón registra una marcada dependencia por materias primas como madera, algodón, lana, minerales, petróleo, gas y carbón. Las tendencias de consumo japonés ofrecen oportunidades para productos tales como el café, los alimentos de origen marino algunas manufacturas de producción estandarizada. El acceso al mercado nipón requiere entonces de un importante esfuerzo del empresariado colombiano, pero no imposible, pues para la muestra ya existen varios casos de industrias que han logrado penetración a mercados lejanos como el asiático (por ejemplo, las artes gráficas, las flores y los frutos marinos, entre otros)”, anotaron.

Los contras

Sin embargo, no todo es color de rosa en las perspectivas comerciales entre ambos países. Los expertos han identificado varios factores de separación entre los dos países, tales como la distancia geográfica, las diferencias culturales, los dispares niveles de desarrollo económico, la existencia de otros países de mayor interés y las prioridades del sector empresarial.

No obstante, se puede aducir que en términos generales, Japón es un mercado difícil para los productos colombianos por el poco conocimiento de las necesidades de los consumidores, la supuesta impenetrabilidad de los sistemas de distribución, las restricciones fitosanitarias, los altos estándares de calidad/precio que exige el mercado y barreras institucionales. Por ejemplo, las importaciones agrícolas están sometidas a cuotas y aranceles por razones de seguridad nacional, autosuficiencia y presiones de los grupos de interés japoneses. Entre tanto, las importaciones de manufacturas enfrentan el inconveniente estructural de los sistemas de distribución japonés es que hacen que la única posibilidad de competir sea a través de una imbatible calidad y un precio muy bajo.

Necesidades japonesas

La economía japonesa es considerada la segunda más grande del mundo en relación con su PIB nominal, después de Estados Unidos, y la tercera más grande del mundo de acuerdo a la paridad del poder adquisitivo, después de Estados Unidos y China.

Entre enero y julio de 2011 se exportaron desde Colombia hacia Japón un total de 381.519 toneladas, que corresponden a USD 383.438.184 en valor FOB.

Los principales productos colombianos que consume la economía japonesa son café, té, flores, ferroníquel, carbón, y química básica; entre tanto lo que nos venden ellos está fundamentado principalmente en maquinaria y equipo, industria automotriz, bienes de metalúrgica y química.

Las oportunidades, según el Ministerio de Comercio Industria y Turismo, son muchas, especialmente en el campo alimenticio. La proporción de autosuficiencia alimenticia de Japón es sumamente baja y, en realidad, por lo menos el 40% de los alimentos consumidos en Japón son importados, por lo que hay opciones en el campo agroindustrial.

Para los analistas, en la cultura alimenticia de Japón existe una fuerte preferencia por los productos de mar, siendo tan alto el consumo que la producción local no alcanza los niveles de la demanda.

En este contexto el camarón es un producto con grandes oportunidades en este mercado. Otro sector de interés lo constituyen los peces, langostinos, crustáceos y moluscos congelados.

También hay opciones en el mercado de las frutas, especialmente para las denominadas tropicales “exóticas”. Según los análisis de mercados, el consumidor japonés está dispuesto a pagar un precio alto por este tipo de productos.

“En este escenario la Pitahaya es un producto único que todavía no es muy conocido por la sociedad japonesa y el cual tiene grandes oportunidades para aumentar su consumo. La pitahaya se consume individualmente, o puede hacer parte de grandes arreglos frutales”, anotaron miembros de Proexport.