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Tarragona busca ingresar en Colombia

07.02.2014

La movida está con el negocio de las comidas rápidas en Colombia y específicamente con las cadenas que venden pollo frito. Es un negocio grande y hay una cadena chilena llamada Tarragona que ha mostrado interés de entrar al país pese a que para los extranjeros, ese tema siempre ha costado trabajo porque hay marcas locales demasiado posicionadas

Tarragona fue fundada hace más de 40 años y pertenece a las familias Batlle y Coquelet. Factura 55 millones de dólares al año y cuenta con 70 locales, que esperan convertir en 80 este año. La gerencia Rodrigo Batlle y es él quien ha dicho en medios de su país que está haciendo los sondeos pertinentes para hacerlo en algún momento. Están en esa disyuntiva que presenta Colombia, pero deben hacerlo con tiempo, porque un montaje en un país fuera del suyo se tarda. La fórmula que habrían estudiado mejor, es la de optar por un socio local.

Hay que empezar explicando por qué hay tantos locales de comidas rápidas en general, no solo de pollos. La respuesta es el gasto y las cifras que indican que un colombiano, en promedio, puede gastar más de 300 mil pesos al año comiendo fuera de su casa. Hoy las ventas de comidas rápidas de las principales empresas de este negocio en Colombia superan los 2,5 billones de pesos. De ese monto, las del pollo frito representan más o menos el 25% de las ventas, es decir unos 650 mil millones de pesos o más, solo superadas por las hamburguesas.

Ese negocio del pollo frito es amplio pero hay tres o cuatro protagonistas muy importantes que no ven la entrada de un jugador extranjero como una amenaza. Está la gente pollo Frisby, que es el líder con más de 155 mil millones de pesos en ventas. La cadena, que fue fundada en 1977, es de Alfredo Hoyos y Liliana Restrepo y su primer local estuvo en Pereira, para después pasar por las otras ciudades del eje cafetero, Medellín y Cali. En 1989 llegaron a Bogotá. Hoy tiene más de 140 locales propios y más de 20 franquiciados en 32 ciudades. Ya van por la segunda generación familiar y también son los dueños de la franquicia de Colombia de los rollos de canela Cinnabon.

Otro líder es Avesco, ahora dentro de un grupo llamado Conboca, de la familia Robayo, y su cadena Kokoriko, que nació en 1969 bajo el nombre Las Colonias en un local en la avenida Caracas con calle 63 en Bogotá. En 1976 pasó a llamarse Kokoriko y hoy es un grupo grande que inclusive es dueño de marcas como helados Mimo´s y la Cervecería Colón de Cali. El negocio de los restaurantes de Avesco factura unos 140 mil millones de pesos al año y Kokoriko, con sus 115 restaurantes, puede tener el 30% del mercado del pollo frito.

También aparece en este mapa el grupo GBC, que es el dueño de los restaurantes La Brasa Roja con unos 50 restaurantes en Bogotá, Cali y Medellín; Cali Mío, con unos 16 restaurantes en Bogotá, y Cali Vea, con 15. La facturación de la Brasa Roja, que es el líder dentro del grupo, es de unos 84 mil millones de pesos.

En cuanto a las cadenas extranjeras, KFC domina en el tema del pollo con 23 restaurantes y el dueño de gran parte de ellos es un grupo ecuatoriano que se denomina Inversiones INT Colombia.

Esta descripción da una línea de la manera cómo se lleva el negocio de las cadenas de pollo frito en Colombia, que están posicionadas y crecen año tras años. Por eso cuando algún extranjero quiere asomarse para ver oportunidades no lo ve tan sencillo.