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Mc Donald's
Mc Donald's

Las franquicias Mc Donald's, un caso de éxito en Colombia

17.09.2013

La cabeza de la marca McDonald’s en Latinoamérica habla de las condiciones del líder y de trabajar en una empresa de gente joven.
Woods Staton es hoy por hoy uno de los empresarios más notables de América Latina. Con su firma Arcos Dorados, el colombiano ha logrado el crecimiento de la cadena McDonald’s en la región, y su proyección es que en seis años la operación se duplique. Hoy maneja 1.750 restaurantes, 1.200 centros de postres y 200 McCafé en 19 países.

Para este año, las inversiones se proyectan en 280 millones de dólares. De ese total, Colombia tiene asignada una porción importante.

Con su experiencia, Staton dice que la capacidad del líder está basada en un buen criterio y resalta el valor de los empleados jóvenes en el crecimiento y el desarrollo de la marca insignia de las comidas rápidas en el mundo.

¿Qué representa la marca McDonald’s para los latinoamericanos?

La nuestra es una marca fuerte en el mundo y en América Latina. Las marcas tienen su personalidad y cambian de país en país. También influye la madurez de cada mercado. Estamos muy contentos con la forma en que es percibida y estamos muy orgullosos de lo que representamos como marca.

¿Qué opina de la competencia en Colombia?

Acá es muy buena, la respetamos mucho. Pero ellos hacen sus cosas y sus productos y tienen su mercado. Nosotros tenemos nuestro mercado y nos ha ido muy bien en conquistar participación y crecimiento.

¿Cómo conquistan al niño de hoy con la Cajita Feliz?

El niño de hoy es menos activo físicamente, por su gusto por los aparatos electrónicos. Sin embargo, preparamos en Colombia la inclusión del libro, teniendo en cuenta que es una actividad que promueve la vida en familia. Respecto a lo que hicimos con la fruta que adicionamos a la Cajita Feliz y disminuimos la porción de las papas, estamos bien porque estamos bajo las normas de la Organización Mundial de la Salud (OMS). A las mamás les encanta, pero a los niños no tanto. Mucha gente se queja por la reducción de las papas y estamos trabajando en eso.

¿Qué les dice a quienes hablan de ‘comida chatarra’?

Creo que los mensajes que enviamos sobre la calidad son muy buenos y hay unos mitos urbanos dando vueltas por ahí, de vez en cuando, y que no son ciertos y son dañinos. Estamos con una campaña que se intensificará, que explica la proveniencia de nuestra comida y hablaremos de dónde viene, el tipo de ganado y las verduras. Todo es de primera calidad.

¿Cómo disfruta de su trabajo?

Como buena comida, tomo buenas bebidas, estoy siempre con gente joven. La compañía está poblada por gente joven y te mantienen joven. Tenemos 100.000 empleados en toda América Latina y somos el empleo de muchos jóvenes. Promovemos que sigan sus estudios.

¿Cómo se documenta y cómo se informa sobre lo que pasa en el mundo de los negocios?

Tengo la suerte de que me invitan a conferencias por lo menos una o dos veces al año. A veces no puedo ir. Este año ya fui a una, y no voy a poder ir a la segunda, a la Universidad de Harvard, por ejemplo. Y ahí me quedo dos o tres días y eso es una educación espectacular. Uno aprende de los colegas, de los profesores. También hablamos mucho con diferentes periodistas, líderes políticos, líderes económicos y uno va aprendiendo qué es lo que está pasando y sobre lo que piensan ellos. Y tengo un cúmulo de revistas y periódicos que no he leído todavía.

¿Cuáles son las condiciones del líder?

Primero que todo, tiene buen criterio. ‘Criterio’, definido como la capacidad de tomar la decisión correcta vs. la incorrecta. Esto no necesariamente va de la mano con la inteligencia. Mucha gente lo hace intuitivamente.

En segundo lugar, tiene la capacidad de animar a los otros a que sean mejores de lo que creen que son. Y llevarlos a otro lugar que es mejor de donde están y convencerlos de eso.

¿Y usted utiliza mucho la intuición?

Sí, claro que sí.

¿Cómo ve a Arcos Dorados en 50 años?

No llego hasta ahí. No sé. Pero sí creo que en seis años seríamos el doble del tamaño que tenemos. Vamos a estar más conectados electrónicamente con el consumidor, pero siempre con el elemento humano porque somos seres sociales. La parte digital puede arreglar parte del servicio, como solicitar anticipadamente, pero nunca voy a poder remplazar el encuentro con personas que sonríen.