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Crear empresa es posible gracias a la innovación

13.09.2012

Como bien lo decía Edward Glaeser , el economista y urbanista experto en el crecimiento de las ciudades invitado a Expocamacol, “una ciudad sin emprendedores, es una ciudad fallida”.

Por eso es grato saber que en las calles de Medellín se encuentran cientos de historias de personas que se creyeron el cuento de que crear empresa es posible y que, a través de su personalidad innovadora, le están aportando a la ciudad desde lo económico y lo social.

Y esque un verdadero emprendedor ve oportunidades donde otros ven problemas y dificultades, aprovechan los obstáculos para aprender y fortalecerse y buscan todas las herramientas que están a su alcance para llegar a su meta.

Esta es la historia de cuatro jóvenes que escogieron el camino del emprendimiento y le dedican todas sus energías a generar desarrollo para ellos y para la ciudad. Soñaron con su empresa y ya la tienen.

JUAN DAVID TIENE CLARO QUE EL EMPRENDIMIENTO ES SU OPCIÓN DE VIDA
A los 15 años, Juan David Duque decidió que iba a ser uno de los empresarios más importantes del país... Así de sencillo. Después de leer un libro que hablaba de la importancia de fijarse un sueño y trabajar todos los días por alcanzarlo, empezó a buscar las formas de lograrlo y, mientras sus compañeros se dedicaban a amores juveniles, tareas del colegio y otras cosas propias de cualquier quinceañero, Juan David creó su primera empresa, dedicada a organizar fiestas para menores de edad.

Pero después de un año con este proyecto, este joven, ahora de 19 años y estudiante de Administración en la Universidad de Medellín, decidió que necesitaba seguir adelante. Así, cuando le faltaban todavía dos años para graduarse del colegio, empezó a estudiar una técnica en contaduría en las noches. Ahora que es universitario, Juan David no pierde el tiempo: ha incursionado en negocios de comida rápida y organización de eventos y es el fundador de dos grupos que le ha permitido a más jóvenes como él descubrir su potencial de liderazgo y emprendimiento. “Uno de los grupos es Creategia y lo que busca es que los mismos estudiantes de la Universidad propongan soluciones para las necesidades de la comunidad universitaria. El otro grupo se llama Enga y allí soñamos con ser un grupo empresarial de alto impacto social y económico, donde cada uno de nosotros sea exitoso en su empresa pero también queremos llegarle a más jóvenes, a decirles que emprender sí es posible”.

SEBASTIÁN ENCONTRÓ EN LOS JUEGOS SU IDEA DE NEGOCIO GANADORA
Cuando Sebastián Gallego Marín decidió estudiar Educación Física, nunca se imaginó que una lesión terminaría por convertirlo en emprendedor.

Escogí mi carrera porque me gustaba mucho el fútbol, pero me lesioné y tuve que cambiar el norte. Empecé a trabajar en el Parque de los Pies Descalzos y allí, gracias al contacto directo con el público y viendo que la oferta para llegarle a los niños y a los jóvenes era más recreativa, empecé a inventar metodologías de juegos e identifiqué una oportunidad de negocio”.

Sebastián decidió presentarse al Parque E y allí recibió asesoría para consolidar a Creación Estratégica con tres líneas: desarrollo de juegos de mesa, juegos gigantes y capacitaciones para empresas por medio de juegos a partir de la educación experiencial, disciplina en la que Sebastián es experto.

Nuestro primer cliente fue el Grupo Nutresa. Empezamos desarrollando juegos gigantes para Mundo Noel, donde los niños podían jugar con el propósito de aprender sobre el buen trato, hábitos adecuados de alimentación y otros temas. Después, la empresa decidió hacer una feria de la calidad integrada y nosotros hicimos todo un plan de trabajo donde inventamos un juego para cada uno de los seis sistemas de calidad implementados”, cuenta Sebastián. Ahora, dice, su mayor satisfacción es ver la cara de los niños de los 2.600 empleados que participaron en estas jornadas de juego y capacitación con sus productos.

JORGE ALBERTO Y ENRIQUE: TECNOLOGÍAS PARA LA CALIDAD DE VIDA
La idea de negocio de Jorge Alberto Ramírez y Enrique Monsalve nació en el Grupo de Investigación en Rehabilitación Física de la Universidad de Antioquia. Como estudiantes de ingeniería, estos jóvenes empezaron a hacer desarrollos, hasta que se encontraron con una oportunidad de negocio.

Empezamos a ver que habían necesidades en cuanto a elevación y traslado de pacientes, que es finalmente lo que estamos haciendo ahora. En Colombia y en América Latina no hay empresas que desarrollen estas máquinas y dispositivos: todas se importan de Europa y Estados Unidos al doble”, explica Enrique.

Dos años antes de graduarse, decidieron presentarse al Parque E, donde vieron crecer la semilla del emprendimiento que, más tarde, se convertiría en Tekvo Bioingeniería, una empresa innovadora en el Cluster de Salud, que desarrolla tecnologías para mejorar la calidad de vida de pacientes con limitaciones. “Todos nuestros productos son sobre pedido. Empezamos desarrollando grúas para la movilización de pacientes y ahora incursionamos en una nueva línea de negocio que es la de accesibilidad, como rampas y elevadores para personas en sillas de ruedas”.

En la actualidad, sus productos son utilizados en la Clínica Oftalmológica de Laureles, Fomesalud, Centro de Neurorehabilitación Surgir, Locatel, Clínica del Country y Clínica Medellín, entre otros.

En definitiva
La creación de nuevas empresas innovadoras, con alto uso de tecnologías, son una clara señal de que en Medellín tanto la academia como el sector público y el privado están haciendo bien las cosas, pues se está generando todo un ecosistema donde cada emprendedor que tenga una biena idea puede encontrar ayuda para la creación de su empresa.